jueves, 11 de diciembre de 2008

Sobre el barrio Bellavista

Para mí, al oír Bellavista, mi mente imaginaba gente. Mucha gente que bebe, fuma, y baila por las calles de Pío Nono y sus alrededores. En definitiva, antes de empezar este reporteo, Bellavista, para mí, era sinónimo de carrete, distorción y buena onda.
Sin embargo, durante estos cuatro meses llendo al barrio, conversando tanto con quienes habitan el lugar como con turistas y visitantes, me he creado otra impresión del barrio.Un barrio que, claramente, está en decadencia. Que ya no es un barrio como tal, sino más bien, un sector de diversidad gastronómica y cultural.

Cada vez es menos la gente que vive en el lugar. Esto se debe a que los ruidos por las noches, la delincuencia, y la poca convivencia entre vecinos, ha provocado que la gran mayoría de los antiguos habitantes, los que sí formaban conciencia de "barrio", hayan decidido vender. Vender y ver cómo todos los recuerdos de infancia quedan bajo un par de mesas, sillas, un mesón, y una gran variedad de comida.

Es cierto que en este sector existen infinitas variedades. Se puede encontrar un gran parque, que contiene zoológico, telesférico, la cumbre de la virgen, etc. También existe una gran variedad gastronómica, apta para todo tipo de paladares y bolsillos.

Siguiendo con las variedades, el barrio también integra lugares para bailar para todo tipo de gustos musicales. Asimismo, existen teatros y galpones, galerías y museos. La casa de Pablo Neruda, "La Chascona", es el museo más importante y visitado del barrio.
También, entre estas calles tan extravagantes, se pueden encontrar monumentos culturales, que motivan a que los habitantes tilden al barrio como Patrimonio Cultural.Sin embargo, este patrimonio ha ido decayendo cada día más, gracias a la gran emancipación del barrio.

Esta es una de las mayores razones del por qué me gustó reportear en este lugar. Creo que cambió totalmente mi perspectiva del barrio, conversar con la gente, con el presidente de la Junta de Vecinos, me hizo darme cuenta de cuánto aman el lugar y de cómo odian que se priorize la economía ante la cultura.

Creo que, aunque mis artículos no vayan a ser publicados en algún medio, sirven para intermediar los sentimientos de la gente, sus inquietudes y molestias. Me hice tan parte del barrio, que ahora cuando voy los fines de semana a alguna discotheque, debo pasar por el Venezia a saludar a la señora Tina, o a la botillería La Maca, donde don José me atiende con alegría, etc. La gente es muy amable y cordial, y me conecté tan bien con ellos que no tuvieron problema en confesarme sus emociones, posar para las fotos, incluso regalarme algún bebestible.

Por otro lado, creo que influyó mucho el no haber sido víctima de algún robo. Aunque sí, miraba para todos lados antes de sacar la cámara, no es un barrio donde existan pandillas o "flaytes al hacecho". De hecho, de noche es mucho más peligroso que de día, pero en la noche uno ve patrullas de Carabineros en cada esquina, por ende, te sientes segura.

Pero de día, caminas, ves a turistas, jóvenes beber cervezas, artesanos que te ofrecen sus últimas creaciones, nada que temer.

Por todo esto, espero que quien visite este blog, sepa que existe un barrio de constante esparcimiento, carrete y algomeración de personas. Pero que detrás de esa cara popular que tiene el sector, existen quienes habitan en él, y que sueñan con algún día poder volver a decir: "barrio" Bellavista.

¿Qué es lo que más te atrae del barrio?